RUE20 ESPAÑOL / RABAT
Ismail El Khouaja
Todo el mundo vio con buenos ojos la formación de un gobierno español compuesto en su mayoría de mujeres.
Un punto positivo para este gobierno, pero nadie esperaba que una de estas mujeres, Laya González, va a causar una crisis sin precedentes con un país vecino que es protector y garantizador de la seguridad y estabilidad no solo de España sino de la UE gracias a su cooperación de seguridad y de inteligencia reconocida a nivel internacional: Marruecos.
Con su enigmática gestión de esta crisis sin precedentes, Laya se ha esforzado por sí sola en cambiar el nombre de la primera cartera ministerial en importancia. Así de los Asuntos Exteriores se empieza a hablar de Los “Desastres Exteriores”.
“Una vez constatada su culpabilidad, porque no se va a reconocer que el enredo lo ha organizado la incompetencia del ministerio de Asuntos Exteriores, mejor sería denominarlo de Desastres Exteriores”, precisó La Razón.
La misma fuente ha calificado de “pueril” la estrategia por la cual la ministra quiso solucionar la crisis mediante “escudarse” de los menores para europeizar la crisis y crear conflictos entre Marruecos y la UE.
Cosa que solo va a empeorar más las relaciones entre los dos vecinos.
Es evidente que la ministra González Laya solo tiene entre manos una y sola carta para tergiversar la imagen de Marruecos, la de los menores inmigrantes.
Sin embargo, parece difícil lograr este objetivo debido a las estratégicas relaciones que Marruecos mantiene con la UE, y las estadísticas en materia de migración corroboran por sí solas el papel de Marruecos como un socio estratégico para los países de la coalición internacional.
“En cuanto a la cooperación en materia de inmigración, Marruecos despliega su máximo esfuerzo y se ha mantenido firme en la lucha contra este fenómeno, prueba de ello es la frustración de 2456 redes especializadas en materia de inmigración de 2019 a 2021”, asegura el director de la Oficina Central de Investigaciones Judiciales, Haboub Cherkaoui, a nuestro diario Rue20.
Por lo cual, es inoportuno culpar a Marruecos de usar a los menores para presionar políticamente a España.
Lo que pasó en Ceuta es culpa de España a la hora de dar cobijo médico a un enemigo de Marruecos que es acusado de genocidio, terrorismo y lesa humanidad, incluso sobre el territorio español.
Así que España tiene que asumir sus consecuencias y dejar de aferrarse a la UE cada vez que se ve incapaz de resolver sus conflictos bilaterales.
“Esta ingeniosa salida, muestra de una culposa impericia en política internacional y un desprecio hacia los marroquíes, solo ha conseguido un coste económico superior a los quinientos millones de euros” sostiene La Razón.
Con esta actuación, España ha demostrado su debilidad como para enfrentarse con Marruecos y resolver bilateralmente la crisis.
España se ha aferrado a los países de la Unión para ganar a Marruecos, un país del llamado tercer mundo que desde el estallido de la crisis no se aferró ni al Parlamento Árabe ni al Parlamento Africano y luchó solo para defender sus intereses.
Sin embargo, la postura de ambos parlamentos, árabe y africano, que voluntariamente apoyaron a Marruecos ayer después que el Parlamento Europeo rechazase la actitud marroquí, fue un hecho histórico que evidencia que Marruecos no está solo.
No cabe lugar a dudas que la señora ministra ha fracasado en su misión. Estallar una crisis con Marruecos, encargarle a Calvo para solucionar la crisis con Marruecos, así como una total indiferencia por parte de la administración americana al no recibir hasta la fecha ni una llamada del presidente Biden, son ya una muestra suficiente de su fracaso y de su posible destitución en la eventual remodelación del Gobierno en los próximos meses.
