RUE20 ESPAÑOL / FES
Ismail El Khaouja
La lista de los indignados y opositores al Gobierno de Sánchez parece aún no tener límite. Hoy miércoles el alcalde de Algeciras confirma lo que hemos venido diciendo en Rue20: que Sánchez “se implique personalmente para tender puentes con Rabat y desinflamar la herida abierta”, informa ABC.
Marruecos lo que está haciendo es hacer valer su papel estratégico en España.
Marruecos siempre ha tendido la mano y ha ayudado a España en sus crisis, incluida la crisis catalana.
Sin embargo, exagerar en dar favores a un país que adopta la política de doble rasero cuando ve en Marruecos un paraíso de inversión y cooperación en materia de seguridad, terrorismo y narcotráfico, pero cuando se trata de asuntos políticos, sobre todo, la cuestión del Sahara, España muestra lo peor de sí.
Esta política de doble rasero ya no es y ni será aceptada por Marruecos, ya que como bien aclaró el ministro de Asuntos Exteriores Naser Burita, a raíz de esta crisis, “el Marruecos de hoy ya no es el Marruecos de ayer”.
Una señal que no ha entendido el Gobierno español que ha demostrado un corte de miras en su política con Marruecos, y lo está pagando caro, aunque de verdad, es el pueblo y empresas españolas, sobre todo, las andaluzas que están pagando los platos rotos de la señora “Gonzales Líos”, tal como la apodaron ayer los diplomáticos españoles.
Desde el estallido de la crisis, que sigue abierta, por dar cobijo por “razones humanitarias” a un condenado de lesa humanidad, genocidio y terrorismo, Marruecos no cesa de recordarle su importancia a España.
El último el recuerdo marroquí ha sido la exclusión de los puertos de España de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Una decisión que el Gobierno español dice que “respeta”, sin embargo, todos los ciudadanos españoles no han aceptado esta decisión por el daño económico y social que va a acarrear, y culpan al Gobierno de Sánchez por ser la cabecera de esta crisis.
“Transigir con que no haya OPE va a suponer el cierre de empresas auxiliares, la perdida de empleos o, por ejemplo, la afectación de las empresas navieras, que han pasado un año muy complicado y ahora podrían resarcirse”, dice el alcalde.
El alcalde de Algeciras está consciente que para la resolución de esta crisis “ya no valen medias tintas”, por eso, propone que a “Sánchez tiene que recoger el Falcon para ir a Marruecos en persona”.
“Este momento exige, sin que pierda un segundo, que el presidente del Gobierno vaya a Rabat y empiece a trabajar en la diplomacia con mayúsculas”, añade.
Sin embargo, lo que no sabe el mismo alcalde es que Sánchez hoy en día es una figura no deseada y no bienvenida aquí en Marruecos. ¿Con quién va a dialogar? ¿Palacio? ¿Gobierno? Tarea difícil sobre todo cuando Rabat decidió posponer la cumbre bilateral que reúne los dos países vecinos.
Así que, no cabe duda de que Sánchez por sí solo, incluido su Gobierno, no va a tener las credencias de resolver esta crisis.
“La crisis ya no la pueden solucionar embajadores ni ministros, como podría ser el caso de la titular de Exteriores”, confirma el alcalde, en clara mención a la mala gestión de “Gonzales Líos”.
La diputada de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, dijo ayer en el Pleno del Congreso que se vio obligada a colgar el teléfono a Laya, en su primera llamada, porque la insultaba: “ha sido la primera vez que cuelgo un teléfono a un ministro, y lo digo aquí. Que se lo coma, la peor ministra”.
“No es ningún secreto que las comunicaciones entre González Laya desde el Palacio de Viana y el gabinete de Nasser Bourita en Rabat no son demasiado fluidas”, dice ABC.
La primera reacción de Sánchez, sabiendo bien su error, fue ayer cuando encargó a la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, quien mantiene una buena relación con la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, para resolver la crisis migratoria con Marruecos, según informó OkDiario.
El alcalde aclara que la acogida de Ghali es solo uno entre muchos errores que Sánchez vino cometiendo con Marruecos: “la situación no es nada fácil, se ha ido deteriorando y el problema viene de años atrás. Sánchez no debió hacer lo que hizo al comienzo de su mandato.
El Gobierno no tendría que haberse movido con el tema del Sáhara y tampoco debió haber roto esa regla no escrita que dice que, tras la toma de posesión de un presidente, éste debe visitar Marruecos de forma prioritaria”.
Parece que la aventura de Sánchez de atacar Marruecos y romper esa “regla no escrita”, ignorando su peso sobre España, bajo no sé qué razones, le ha salido mal y el pueblo español lo está pagando caro.