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Quién siembra vientos recoge tempestades, y quién siembra verdad cosecha confianza. Así es el caso del Gobierno español encabezado por Pedro Sánchez en estos momentos, ya que está cosechando las críticas de la decisión inoportuna e inaceptable de acoger, clandestinamente, y hospitalizar bajo identidad falsa al presunto líder del Polisario.
La la decisión de Sánchez en colaboración con su socio Podemos no solo molestó a Marruecos, sino a la misma Oposición española que observa cómo un país del grado de España pierde la confianza y credibilidad de sus socios.
Hasta el novato diplomático español sabe que los dos países más importantes para España son EE UU y Marruecos. Parece que el Partido Popular español ha entendido esta ecuación que no asimiló Sánchez.
Pablo Casado, líder del PP, ha acusado a Sánchez de llevar a España a la irrelevancia y a la decadencia a nivel de la política exterior.
Para Pablo, España “ no pinta nada” hoy en el nuevo panorama regional e internacional.
Amén de denunciar la «irresponsabilidad histórica» con un socio estratégico como es Marruecos al recibir a Ghali.
Casado afirmó que «El panorama de la política exterior de Sánchez es desolador. España no pinta. El presidente del Estados Unidos lleva tres meses sin llamar al presidente del Gobierno de España. Es la confianza que le merece Sánchez, que es nula», según el diario ABC.
A juicio de Casado, «la política exterior de Sánchez es claramente contraria a los intereses estratégicos de la OTAN, mientras que la política iberoamericana es inexistente».
Casado señaló que Sánchez armó con el caso Ghali una “ crisis inédita en la historia reciente de España con Marruecos”.
Casado termina dando un palo gordo a Sánchez diciendo:«Es una auténtica irresponsabilidad histórica con un socio estratégico como es Marruecos».
